lunes, noviembre 29

Vergüenza


"No me pasó nada, sólo la vida"
Sólo la vida, por su puesto. Probablemente la razón por la cual sufro sea una futilidad en comparación con otras, sí, probablemente. De hecho aquella razón ni siquiera está tan clara para mi. Pero de que existe, existe. Y duele, de ello sí estoy segura, el dolor carcome mis entrañas nítidamente, y futilidad o no, me mata.
Siento como poco a poco ésto, a lo que llamamos alma, se me desgarra. Y adoraría no poder llorar. Odio llorar, lo odio incluso más que a este dolor. ¿Por qué he de seguir llorando? ¿Por qué no respirar profundo y canalizar mi ira en otra cosa que no sea lamentarme? Claro, la respuesta resuena en lo más profundo de mi tuétano: COBARDE. Sé que hago las cosas mal. TODO LO HAGO DE FORMA ESTÚPIDA. Sé que soy lenta, FLOJA, que soy cobarde, callada, tonta... Pero que si quisiera podría cambiar. El problema es que QUIERO, lo deseo con todas mis fuerzas. Ser otra persona...y no un triste fracaso, un triste intento de estudiante universitaria. Si pudiera...si fuera otra. Mi dolor es una vergüenza, sé que hay personas ahí fuera sufriendo por razones de peso, mis razones son asquerosas...
Odio esto, lo odio tanto...odio llorar, odio ser una incompetente, odio sentir lástima por mi misma y que otros sientan también lástima por mi, odio escribir, odio que nadie me entienda y odio también no entender al resto, odio tanto sentir odio... Lo poco y nada que he visto de la vida no me gusta. Por lo menos mi vida me repugna. Y bueno, qué ¿? NADA. Tampoco, y lo sé perfectamente, aunque lo anhele con cada célula viviente de mi organismo, lograré ser la persona que haga feliz a otra. Si yo no me siento feliz, aunque intente auto-convencerme que sí lo estoy, no podré hacer feliz a nadie. Ni a mi mamá, ni a mi compañero, ni a amigos ni al resto de mis seres queridos. Lo peor de todo esto es que nada cambiará de todas formas, llore lo que llore, sufra lo que sufra, escriba lo que escriba...soy un eterno fracaso.