lunes, enero 16

Tu delirio

Agosto, 7. 2011

"Amor, qué tal si deliramos un ratito?? en un tiempo más me retiro de la armada; porque no quiero seguir una vida militar, porque no quiero estar lejos de lo que por derecho me corresponde, porque definitivamente soy muy infeliz en donde estoy y era muy feliz en donde estaba. Sabes? aveces quisiera hacer lo que se me de la gana; caminar a mi pinta, escupir en la calle, vestirme como quiera, dormir el domingo hasta que me canse, ver las películas que me interesen, comer lo que se me de el gusto, escribirte un mensaje al celular diciendo lo infinito que te amo.
No me arrepiento de haber entrado a la armada, y menos a la infantería de marina, he aprendido muchas cosa que me servirán en la vida y se que aprenderé muchas más, pero sólo son satisfacciones, no me hacen feliz y me gusta poco todo este sistema.
Mi intención al entrar a esto fue siempre ir a Haití, a una misión de paz y nunca me proyecté a seguir una carrera; de hecho creí que me gustaría y seguiría adelante, pero creo que sólo cumpliré mi objetivo.
La vida es demasiado corta para entregársela a causas que ya no valen la pena y creo que hay muchas cosas más importantes que hacer por la vida.
Si algún día tomo alguna decisión que no sea del agrado de todos, quiero que estés ahí, apoyándome. No quiero que te sientas responsable de lo que decida ni me cuestiones. Lejos, eres lo más bonito que he logrado en la vida, y si algún día no estamos juntos por asuntos de uno o del otro, tienes que tener siempre presente que hemos vencido grandes adversidades, empezando por nuestras grandes diferencias y la enorme distancia. Nuestro amor vale la pena mantenerlo y vale la pena cuidarlo, porque es de verdad.
Me encantaría lograr muchas cosas a tú lado y que también las logres tú al lado mío, apoyo mutuo? te tinca?. Mi único deseo por ahora es que transcurra pronto el tiempo.
Te amo demasiado Camila, ten paciencia por favor que ya podremos estar juntos."

Para mi amante que regresa con su mujer - Anne Sixton

Yo soy acuarela, y me destiño

Ella está allí, entera.
La han preparado atentamente para ti
Y te la han mandado desde tu infancia.
Te la han mandado desde tus cien edades preferidas.
Ella estuvo siempre allí, cariño.
Ella es, de hecho, exquisita.
Fuegos artificiales en el medio del febrero tan gris
Y tan real como una tetera de hierro.
Seamos sinceros, estuve de paso por tu vida.

Un lujo. Una curva de un rojo brillante en el puerto
Mi pelo flotando como el humo por la ventana del coche.
Como mejillones fuera de la temporada.
Ella es mucho más que esto. Ella es tu tengo que tener
Ella te ha cuidado tu crecimiento práctico, tropical.
Ella no es un experimento. Ella es todo armonía.
Ella cuida los remos y las horquillas de tu bote,
Ha colocado flores en la ventana para el desayuno,
Se sienta en el torno a mediodía (...)
Te devuelvo tu corazón.
Te doy permiso
Para fundirte en ella, dando embestidas
En el barro, para la zorra que hay en ella

Para enterrar su herida
Para enterrar viva a su pequeña herida roja
Para el aleteo pálido debajo de sus costillas
Para el marinero borracho esperando en su pulso izquierdo,
Para la rodilla de madre, para sus medias (...)
Ella está tan desnuda y peculiar
Ella es la suma de ti y tus sueños
Móntala como si montaras a un monumento
Peldaño a peldaño
Ella es sólida.
Mientras yo, yo soy acuarela.
Y me destiño.

Deseando morir - Anne Sixton


Ahora que lo preguntas,
la mayor parte de los días no consigo recordar.
Camino vestida, sin marcas de ese viaje.
Luego la casi innombrable lascivia regresa.
Ni siquiera entonces tengo nada contra la vida.
Conozco bien las hojas de hierba que mencionas,
los muebles que has puesto al sol.
Pero los suicidas poseen un lenguaje especial.
Al igual que carpinteros, quieren saber qué herramientas.
Nunca preguntan por qué construir.
En dos ocasiones me he expresado con tanta sencillez,
he poseído al enemigo, comido al enemigo,
he aceptado su destreza, su magia.
De este modo, grave y pensativa,
más tibia que el aceite o el agua,
he descansado, babeando por el agujero de mi boca.
No se me ocurrió exponer mi cuerpo a la aguja.
Ni siquiera estaban la córnea y la orina sobrante.
Los suicidas ya han traicionado el cuerpo.
Nacidos sin vida, no siempre mueren,
pero deslumbrados, no pueden olvidar una droga tan dulce
que incluso los niños mirarían con una sonrisa.
¡Empujar toda esa vida bajo tu lengua!
que, por sí misma, se convierte en una pasión.
Es la muerte un hueso triste, lleno de golpes, se diría,
y a pesar de todo ella me espera, año tras año.
para reparar delicadamente una vieja herida,
para liberar mi aliento de su prisión dañina.
Balanceándose, así se encuentran a veces los suicidas,
rabiosos ante el fruto,  una luna inflada,
abandonando el pan que confundieron con un beso,
dejando la página del libro abierta al azar,
algo sin decir, el teléfono descolgado
y el amor, lo que quiera que haya sido, una infección.

Corazón que no olvida - Emiliano Ortega


¿Por qué empapé de lágrimas mi vida?
¿cómo pudo tu amor volverme triste?
por esta pobre entraña dolorida
dí si un amor, dí si un amor
dí si un amor, como mi amor tuviste.
Pagaste mi pasión con cruel herida,
y hoy que de luto mi esperanza viste,
aún te pregunta mi ilusión querida
¿cómo pudo tu amor volverme triste?

Por mi dulce quimera ya extinguida,
por la ternura que a mi canto diste,
por este corazón que no te olvida.
Dí si un amor, como mi amor tuviste.
Si fuiste para mi fuente escondida,
flor de ilusión de todo cuanto existe,
si tu cariño fue toda mi vida,
¿cómo pudo tu amor volverme triste?

sábado, enero 14

Si no me engañas, volveremos.
Si no te engañas, volveremos.
Si no engañas volveremos.


Volveremos?

viernes, enero 6

Nueva Entrada

"TE BUSCARÉ COMO SE BUSCAN LOS SUEÑOS"
Cuentos borgeanos


(Comprenderás que no es a ti a quien estoy buscando ahora)

martes, enero 3

Pronto


¿Le habré entregado algo más que dolores de cabeza? ¿Algo más que desdenes y burlas? Quiero imaginar que sí. Quiero imaginar que soy capaz de entregar algo bueno...que no estoy tan oscura como parezco. Creo que la temporada más positiva que viví fue porque estaba él. Ahora, he vuelto a mis telarañas, he vuelto a temer al sol, he vuelto a despreciar a la gente, me ha vuelto ese desgano por la vida. He vuelto a ser ese cuerpo sin alma que era antes, esa cosa extraña que caminaba por la ciudad  y pensaba en cuándo cresta dejaría de respirar por fin.
Nací para ser profesora, no puedo ser otra cosa. Y ahora estoy aquí, haciendo lo que más repudio. Lloro, me odio cada día más, me ahorcaría si tuviera el valor. Una suicida en potencia, pero tan cobarde...
Todos mis ideales, mis sueños, ¡¡¡¡¡¡¡por la chucha!!!!!!!!!!  MI VIDA! todo lo que esperaba para mi vida! todo lo que era mi vida. Les diré algo, cuando pregunten cómo estoy, y yo diga "bien", no me crean, pero no me vuelvan a preguntar.
Ahora duermo por las noches, trabajo en el día. Soy como ellos. Entiendo que esté bien ser como ellos cuando decidiste ser de esa forma. Pero cuando creíste ser distinto, cuando soñaste ayudar, cuando quisiste cambiar el mundo, y un día te levantas, te miras al espejo y no logras sentir más que asco por tu cara de idiota, farsante, egoista. Cuando repudias tu propio respirar por ser parte de esa manada de malditos monos capitalistas, y por sonreír a todos esos burdos consumistas, que pagan tu sueldo, no puedo sentir que esté bien. Ni siquiera con saber que algún día retomaré mi camino, porque muy dentro de mí, siento como esa llama se extingue. Pronto, mi transformación será completa. Creo que hasta tendré el valor necesario pa pegarme un tiro en la sien, ya no me importará nada, porque ya no querré ser nadie.

El común de la gente

"Nos casamos? Sí?,  yo quiero estar contigo siempre. Eres lo más importante. Haría lo que fuera por ti. Me encanta estar a tu lado, me has enseñado tanto..."

Los finales felices, no existen para todas las personas. Lo que sí existen son las excepciones a dicha regla. Aquella alma que sí pudo hallar el "amor de su vida" y vivió feliz para siempre... Esas personas, esas almas satisfechas, no son más que excepciones.
Él y yo  somos dos personas normales y corrientes, con altibajos, con defectos y con errores. No fuimos excepciones. Fuimos parte del maldito común de la gente.