martes, mayo 15

Desición



Hoy también fue un día de mierda. Tuve más frío que nunca. Un día de mierda productivo eso sí. Hoy decidí rendirme. Quiero ser simple. Quiero ser fácil. Quiero dejar de pensar. Sé que así se sufre menos.

Así que me despido.

Nací para enseñar. Pero no debí nacer. Así que no hay diferencia. No quiero seguir. Tampoco quiero morir. Sólo quiero estancarme aquí. Que nadie me mueva. Que nadie me diga que necesito continuar. Soy egoísta. "YO QUIERO", "YO NECESITO"...me importa una raja. No seguiré escribiendo. Aquí no. En papel tampoco. Me ahoga escribir.

Así que me despido.

Me encierro en la nada. En la superficialidad de los maniquíes. En la asquerosidad del intercambio de plata. Del ROBO, en todo su esplendor. No bohemia. No libros. No recuerdos. No pedagogía. No felicidad. Sí calma, sí a la gran puta calma superflua. No recuerdos, no recuerdos, no a mis recuerdos. No a ti. No a él. Ambos púdranse. No a mis "amistades", y eso es decir también no a la droga, al frenesí efímero... A la alegría desenfrenada y muerta.

Me despido.

Adiós a ti. Adiós de nuevo. Adiós para siempre.


Me duele la cabeza...