lunes, septiembre 2

No se le puede llamar odio, no siento odio. Tengo desconsuelo, ganas de saber de una vez y por todas, ¿Por qué? Pudiendo haberlo hecho todo más fácil, si desde un comienzo la iba a elegir a ella, por qué seguir torturandome así todo este año, año que siento perdido, y a a vez ganado, me quiero más y al mismo tiempo me siento tan menoscabada que debo tapar cada espejo que hay en la casa.
Mi Lupi me llora, me muerde los tobillos, salta como loco. Algo le pasa esta noche,aún está jugando con una pelotita, y le grito, le grito, que pare, que estoy ocupada...
Ir a su casa, llegar de improviso, decir que me vengo a despedir, abrazarlo y llorar, arrepentirme en el acto.


La forma en que movía la pierna cuando estaba sentado, cómo se agarraba el pelo de vez en vez, desde la raíz hasta la punta, como para asegurarse de que estuviera largo como siempre. Sus lagañas, todo el día, sus lagañas. Su trasero enorme, y blando. Sus ojos, sus ojos vacíos, su piel desprolija, sus labios tibios, sus manos resecas. Las manos en los bolsillos cuando camina, mirando al suelo...

¿Fingía conmigo, o finge con ella? Te conocí en verdad, o tú eres ese del inbox? No sé de quién estoy enamorada, no sé por quién estoy llorando, por quién siento pulverizada mi alma, Señor, ayúdame, Dios,por favor, déjame dormir, déjame dormir para siempre.


Realmente no entiendo, en qué momento me convertí en esto, tengo miedo, estoy aterrorizada, qué voy  a ser capaz de hacer con tal de sanarme? Herirme más, es probable. no necesito olvidarlo con otro, pero lo voy a hacer. Porque lo necesito, lo necesito tanto, mierda, cómo quisiera que tocara mi puerta...

Pero la escogió a ella, siempre fue ella. Le dije, le escupí toda mi rabia, y le importó un carajo, por qué, pr qué dilató de esta forma, de qué clase de persona estoy enamorada, quién es por quien daría mi vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario